Paula Colombini, un nombre que resonó con fuerza en el mundo de la moda durante la década de los 90, ha dado un giro radical en su vida. De las pasarelas de Versace y Guess, a la tranquilidad de la tierra y el cultivo sustentable. Su historia es un testimonio de cómo las pasiones pueden resurgir y transformarnos por completo.
El Vértigo de la Moda y el Ascenso al Estrellato
Colombini no solo desfiló para las marcas más prestigiosas, sino que también incursionó en la actuación, participando en series televisivas populares como Verano del ’98 y Como vos & yo. Sin embargo, la semilla de una pasión más profunda ya estaba germinando en su interior: el amor por la naturaleza y el cultivo de la tierra.
El Despertar de la Conciencia Ambiental
Con el tiempo, Paula sintió la necesidad de alejarse del mundo de la moda y reconectar con sus raíces. Esa transformación se consolidó durante la pandemia, un período de reflexión que la impulsó a crear Betarraga, un emprendimiento dedicado a la huerta orgánica, el compostaje y la conciencia ambiental.
Betarraga: Un Legado Sustentable
Betarraga ofrece una amplia gama de servicios, desde talleres presenciales y virtuales hasta el diseño de espacios verdes con plantas nativas. La iniciativa ha ganado popularidad, conectando a Paula con una comunidad creciente de personas comprometidas con la sustentabilidad. "A los 51 años encontré algo que realmente me apasiona", confiesa Paula, destacando la profunda satisfacción personal que le brinda su conexión con la tierra.
En una entrevista, Colombini reflexionó sobre la belleza hegemónica de los años 90 y cómo afectó a las mujeres en la industria. Su experiencia personal la ha llevado a abogar por una visión más inclusiva y diversa de la belleza, donde la autenticidad y el bienestar sean los pilares fundamentales.
La historia de Paula Colombini es un ejemplo inspirador de cómo podemos reinventarnos y encontrar un propósito más profundo en la vida, abrazando nuestras pasiones y contribuyendo a un futuro más sustentable.