Celulosa Argentina, un nombre emblemático en la industria papelera nacional, ha sacudido el mercado al anunciar su presentación en concurso preventivo de quiebra. La decisión, comunicada a la Comisión Nacional de Valores (CNV), se produce tras la paralización de sus plantas en Capitán Bermúdez y Zárate, generando incertidumbre entre empleados, proveedores y el sector en general.
¿Qué llevó a Celulosa Argentina a esta situación crítica?
Según un comunicado oficial firmado por Gonzalo Coda, apoderado de la empresa, la decisión fue aprobada por unanimidad durante la sesión de Directorio del 29 de agosto de 2025. La compañía argumenta una combinación de factores financieros, económicos y operativos que han deteriorado su situación hasta un punto insostenible. Entre ellos, destacan:
- Un marcado descenso en las ventas, con una caída del 52% en el último semestre comparado con el año anterior.
- Incrementos de costos que no pudieron ser compensados con ajustes de precios.
- Una drástica caída del poder de compra de los consumidores, afectando la demanda de productos de papel.
El Directorio también señaló que el ejercicio cerrado el 31 de mayo de 2025 se vio afectado por un entorno desfavorable para la industria papelera en general, con una disminución significativa de la actividad y la demanda.
¿Cuál es el futuro de Celulosa Argentina?
La presentación en concurso preventivo de quiebra representa un intento de la empresa por renegociar sus deudas y reestructurar sus operaciones para garantizar su viabilidad a largo plazo. Sin embargo, el proceso será complejo y requerirá la aprobación de los acreedores y la supervisión de la justicia.
La paralización de las plantas en Capitán Bermúdez y Zárate genera preocupación por el impacto en el empleo y la actividad económica de las regiones afectadas. Se espera que la empresa presente un plan de reestructuración que contemple medidas para mitigar estos efectos negativos.
La situación de Celulosa Argentina refleja los desafíos que enfrenta la industria nacional en un contexto económico volátil y competitivo. La empresa deberá demostrar su capacidad de adaptación e innovación para superar esta crisis y asegurar su futuro en el mercado.