La muerte de Iryna Zarutska, una refugiada ucraniana de 23 años, ha provocado indignación en Estados Unidos. Zarutska fue brutalmente apuñalada en un tren ligero en Charlotte, Carolina del Norte. Las imágenes de vigilancia del ataque, que muestran el momento en que es apuñalada varias veces, incluyendo al menos una en el cuello, han generado una ola de críticas y exigencias de justicia.
Reacción Política y Social
El gobernador demócrata de Carolina del Norte, Josh Stein, fue duramente criticado por su silencio inicial ante el crimen. Tras la difusión del video y la presión en redes sociales, Stein se pronunció en X (antes Twitter), expresando su dolor y prometiendo más recursos para la policía. “Estoy desconsolado por la familia de Iryna Zarutska, quien perdió a su ser querido por este acto de violencia sin sentido, y estoy horrorizado por las imágenes de su asesinato. Necesitamos más policías en las calles para mantener a la gente segura”, afirmó Stein.
La controversia se centra en la aparente falta de respuesta inicial del gobernador, especialmente considerando la brutalidad del ataque y el hecho de que la víctima era una refugiada que huía de la guerra en Ucrania. La tardanza en su declaración generó fuertes críticas en redes sociales, donde se le acusó de priorizar consideraciones políticas sobre la empatía hacia la víctima y su familia.
Detalles del Ataque y el Agresor
El ataque ocurrió el 22 de agosto en un tren de la línea Lynx Blue del Sistema de Tránsito del Área de Charlotte (CATS). Decarlos Brown Jr., de 34 años, fue arrestado y acusado de asesinato en primer grado. Se ordenó que Brown permaneciera en la cárcel y se sometiera a una evaluación de competencia mental.
El video de vigilancia muestra a Zarutska abordando el tren antes de que Brown la atacara con un cuchillo. La víctima intenta defenderse, pero finalmente cae al suelo. Las autoridades la declararon muerta en el lugar.
Investigación Federal
La fiscalía federal está investigando si corresponde presentar cargos federales en relación con el apuñalamiento. La brutalidad del crimen y la vulnerabilidad de la víctima, una refugiada que buscaba seguridad en Estados Unidos, han llevado a considerar la posibilidad de cargos adicionales a nivel federal.
Este caso ha reabierto el debate sobre la seguridad en el transporte público y la necesidad de mayor presencia policial para prevenir este tipo de incidentes. La comunidad ucraniana en Estados Unidos ha expresado su consternación y exige justicia para Iryna Zarutska.