Nahir Galarza busca conectarse: Pide acceso a celular y redes sociales
Ocho años después de ser condenada a prisión perpetua por el homicidio de Fernando Pastorizzo, Nahir Galarza, la mujer más joven en Argentina en recibir esta pena, ha sorprendido con un nuevo pedido a la justicia entrerriana: acceder a un teléfono celular y a las redes sociales.
La solicitud fue formalizada por su abogado, Augusto Lafferriere, ante el Juzgado de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Gualeguaychú, a cargo de la jueza Elena Margarita Vicari. La petición ha generado controversia y reabre el debate sobre los derechos de los reclusos y el uso de la tecnología en el sistema penitenciario.
¿Cuáles son los argumentos de la defensa?
Lafferriere basa su solicitud en el buen comportamiento de Galarza dentro de la Unidad Penal N°6 de Paraná. Según el letrado, Nahir ha completado más de 15 cursos de formación y actualmente cursa una carrera terciaria en Psicología Social. Estos logros académicos y su adaptación al régimen penitenciario, según la defensa, justificarían el acceso a herramientas que le permitan una mayor integración y preparación para su futura reinserción social.
El juzgado ha requerido la intervención del Ministerio Público Fiscal (MPF), que deberá expedirse en un plazo de 24 horas sobre la viabilidad del pedido. La decisión final recaerá en la jueza Vicari, quien deberá evaluar los argumentos de ambas partes y considerar el impacto que podría tener esta medida en la víctima y la sociedad.
Es importante recordar que en 2031, al cumplirse la mitad de su condena, Galarza podría solicitar salidas transitorias con fines familiares o laborales. El acceso a la tecnología, según su defensa, podría ser un paso importante en su proceso de rehabilitación.
Este caso vuelve a poner en el centro de la escena el debate sobre la prisión perpetua y las posibilidades de reinserción social para quienes cumplen este tipo de condenas. La decisión de la justicia entrerriana será clave para definir el futuro de Nahir Galarza y sentar un precedente en el sistema penitenciario argentino.