Lucas Martínez Quarta, alguna vez figura indiscutible en la defensa de River Plate, enfrenta un presente complicado. El defensor, cuyo regreso al club generó gran expectativa, se encuentra ahora en el ojo de la tormenta debido a sus recientes actuaciones y, sobre todo, a su propensión a recibir tarjetas rojas.
Expulsión clave y posibles consecuencias
La expulsión de Martínez Quarta en el partido contra Estudiantes de La Plata, por doble amarilla, no solo complicó el desarrollo del encuentro para River, sino que también podría haberle costado la titularidad en el crucial partido de ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores contra Palmeiras. El propio jugador se disculpó públicamente por su accionar, reconociendo el error y valorando el esfuerzo de sus compañeros.
¿Banca por decisión técnica?
Marcelo Gallardo, conocido por sus decisiones tácticas inesperadas, consideró seriamente la posibilidad de dejar a Martínez Quarta en el banco de suplentes. El bajo rendimiento del jugador desde su regreso, sumado a la emergencia de jóvenes promesas como Lautaro Rivero y la disponibilidad de Paulo Díaz, abrieron un interrogante sobre la conformación de la defensa millonaria. La posibilidad de incluir a Juan Carlos Portillo en una línea de tres defensores también fue evaluada, dejando al 'Chino' sin un lugar asegurado.
El peso de las expulsiones
La expulsión contra Estudiantes no es un hecho aislado en la trayectoria reciente de Martínez Quarta. Recordemos su tarjeta roja frente al Inter en el Mundial de Clubes, un error que también pesó en el análisis de su rendimiento. La acumulación de este tipo de acciones genera preocupación en el cuerpo técnico y en la afición, quienes esperan un mayor aplomo y concentración por parte de un jugador de su experiencia.
¿Un nuevo comienzo?
Si bien la situación actual de Martínez Quarta no es la ideal, el defensor tiene la oportunidad de revertir su presente. Con trabajo y dedicación, podrá recuperar la confianza de Gallardo y volver a ser el baluarte de la defensa riverplatense que todos recuerdan. La competencia interna en el equipo es alta, pero la calidad y el potencial del 'Chino' son innegables.