En un contexto global marcado por tensiones geopolíticas crecientes, las declaraciones del expresidente Donald Trump sobre la posible reanudación de pruebas nucleares por parte de Estados Unidos han generado alarma y confusión entre expertos y observadores internacionales.
Confusión y contradicciones
Tras las recientes alardes del presidente ruso Vladimir Putin sobre las pruebas de un torpedo de propulsión nuclear y un nuevo misil crucero, Trump respondió con un mensaje en su plataforma Truth Social: "Debido a los programas de pruebas de otros países, he dado instrucciones al Departamento de Guerra para que comience a probar nuestras armas nucleares en igualdad de condiciones. Ese proceso comenzará de inmediato".
Sin embargo, esta declaración ha sido recibida con escepticismo y críticas. Matthew Bunn, experto en armas nucleares de la Universidad de Harvard, señaló: "En primer lugar, cada afirmación en esa publicación es incorrecta. No es cierto que Estados Unidos tenga la mayor cantidad de armas nucleares del mundo. No es cierto que otros estados estén llevando a cabo pruebas nucleares. (Trump) parece pensar que es el Departamento de Defensa el que lleva a cabo las pruebas nucleares. No lo es. Es el Departamento de Energía".
Incluso el nominado por Trump para dirigir el Comando Estratégico de EE. UU. pareció desconocer la intención del expresidente. Ante el Comité de Servicios Armados del Senado, el vicealmirante de la Marina Richard Correll afirmó: "Ni China ni Rusia han realizado una prueba explosiva nuclear, así que no estoy interpretando nada al respecto".
Definiciones y realidades
El Centro para el Control de Armas y la No Proliferación define las pruebas nucleares como "explosiones generalmente controladas de artefactos nucleares, como bombas o ojivas". Las pruebas de misiles y torpedos de Rusia no cumplen con esta definición estricta.
Jon Wolfsthal, asesor de Joe Biden y Barack Obama en asuntos nucleares, destaca que otras naciones ya están realizando pruebas similares, aunque no necesariamente explosiones nucleares.
¿Un regreso a la Guerra Fría?
Las declaraciones de Trump, aunque confusas y posiblemente inexactas, han reavivado el debate sobre la proliferación nuclear y la estabilidad global. La posibilidad de que Estados Unidos retome las pruebas nucleares, incluso a pesar de la oposición internacional y la falta de evidencia de que otros países estén violando los tratados existentes, podría desencadenar una nueva carrera armamentista y aumentar la tensión entre las potencias mundiales.
El mundo observa con preocupación las implicaciones de estas declaraciones y espera que la diplomacia y el sentido común prevalezcan para evitar un peligroso retorno a la era de la Guerra Fría.