¡Cometa 3I/ATLAS Intriga! ¿Qué Revelará su Paso Cercano en 2025?

El Cometa Interestelar 3I/ATLAS: Un Visitante Inesperado

El cometa 3I/ATLAS, un objeto interestelar que ha capturado la atención de la comunidad científica, se prepara para su máxima aproximación a la Tierra en diciembre de 2025. Descubierto en julio de 2025, este cometa se distingue por su brillo y tamaño, superando a otros visitantes cósmicos como el famoso 1I/ʻOumuamua.

Según la NASA, el 19 de diciembre de 2025, el 3I/ATLAS estará a 270 millones de kilómetros de nuestro planeta. Esta cercanía, aunque considerable, permitirá a los científicos estudiar de cerca sus características únicas y su comportamiento inusual. Este cometa ha demostrado ser siete veces más brillante de lo esperado durante su paso por el perihelio, el punto más cercano al Sol, mostrando propiedades químicas y físicas atípicas.

Primeras Señales de Radio Detectadas

Recientemente, astrónomos lograron captar por primera vez señales de radio provenientes del 3I/ATLAS utilizando el radiotelescopio MeerKAT en Sudáfrica. Detectaron líneas de absorción de radio de radicales hidroxila (OH), revelando que el cometa se mueve a casi 98 km/s. La temperatura de las moléculas a su alrededor es sorprendentemente fría, alrededor de 230 K, lo que sugiere un cuerpo helado viajando a través del espacio interestelar.

¿Qué Sigue para el 3I/ATLAS?

El 16 de marzo de 2026, el cometa pasará cerca de Júpiter, a solo 53 millones de kilómetros de distancia. La sonda Juno de la NASA intentará captar señales de radio inusuales, buscando desvelar nuevos secretos sobre este visitante interestelar.

La misión Jupiter Icy Moons Explorer (JUICE) de la Agencia Espacial Europea (ESA) también realizará un mapeo detallado del objeto. Este cometa ofrece una oportunidad única para estudiar material de otro sistema solar, lo que podría proporcionar información valiosa sobre la formación y evolución de los sistemas planetarios.

Este evento astronómico representa una oportunidad única para la comunidad científica. El análisis de los datos recopilados durante la aproximación del cometa podría revolucionar nuestra comprensión del espacio interestelar y los objetos que lo pueblan.

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