Japón y Bolivia se enfrentaron en un partido amistoso en Tokio, preparándose para los desafíos que se avecinan. Para Japón, ya clasificado al Mundial 2026, este encuentro sirvió para afinar detalles y consolidar su juego bajo la dirección de Hajime Moriyasu. Bolivia, por su parte, busca fortalecer su plantel y prepararse para el repechaje mundialista tras su séptimo puesto en las Eliminatorias de la Conmebol.
Un partido de preparación para Japón
El equipo japonés, con figuras como Takefusa Kubo y Ritsu Doan, demostró su potencial al vencer a Ghana en un amistoso previo. Este partido contra Bolivia les permitió seguir probando estrategias y dar rodaje a sus jugadores clave. El técnico Moriyasu aprovechó la oportunidad para evaluar el rendimiento de sus dirigidos y ajustar detalles tácticos de cara al Mundial 2026.
Bolivia busca su lugar en el Mundial
La selección boliviana, dirigida por Óscar Villegas, llegó a este encuentro tras una derrota ante Corea del Sur. Sin embargo, este amistoso representó una valiosa oportunidad para fortalecer su plantel y dar minutos a jóvenes promesas como Gabriel Villamil y Miguel Terceros. El objetivo principal de Bolivia es llegar en óptimas condiciones al repechaje mundialista, y estos partidos son fundamentales para adquirir experiencia y cohesión como equipo.
Fernando Nava: “Cada uno trabaja al máximo”
El delantero boliviano Fernando Nava destacó la importancia de estos amistosos para ganar experiencia en la alta competencia. “Lo que estamos haciendo ahora nos va a ayudar para el repechaje. El foco principal es el día a día y prepararnos de la mejor manera para enfrentarnos a cualquier selección”, afirmó Nava, mostrando la determinación del equipo boliviano de cara a sus próximos desafíos.
El partido entre Japón y Bolivia fue más que un simple amistoso. Representó una oportunidad para que ambos equipos se prepararan para sus respectivos objetivos: Japón, consolidarse como potencia mundialista, y Bolivia, luchar por un lugar en el Mundial 2026.