El certamen de Miss Universo 2025, celebrado en Bangkok, Tailandia, está llegando a su fin en medio de controversias y expectativas. La edición número 74 del famoso concurso de belleza se ha visto envuelta en acusaciones de manipulación, renuncias de jueces y denuncias de maltrato por parte de las concursantes.
Un certamen empañado por la polémica
En los días previos a la coronación, dos jueces renunciaron, uno de ellos alegando que el concurso estaba arreglado. Además, varias concursantes denunciaron haber sufrido maltrato por parte de la organización tailandesa, generando un ambiente de tensión y descontento.
Estas controversias, según analistas, ponen de manifiesto las diferencias culturales y estratégicas entre los propietarios tailandeses y mexicanos del certamen. A pesar de los problemas, la organización se muestra decidida a seguir adelante y evolucionar, transformándose de un simple espectáculo televisivo anual a una marca mediática adaptada a plataformas como TikTok.
Tailandia, anfitriona por cuarta vez
Tailandia, que alberga Miss Universo por cuarta vez, depositó grandes esperanzas en esta edición. El país asiático cuenta con una vibrante y lucrativa industria de concursos de belleza, con una de las mayores bases de fans en Asia, junto con Filipinas. La representante tailandesa, Praveenar Singh, es considerada una de las favoritas para llevarse la corona.
El evento está siendo organizado por el magnate de los medios tailandés Nawat Itsaragrasil, conocido por ser el fundador y propietario de Miss Grand International, un concurso tailandés más pequeño famoso por su activa presencia en redes sociales. Itsaragrasil posee la licencia para organizar Miss Universo este año, lo que ha generado ciertas tensiones debido a su estilo de gestión.
El futuro de Miss Universo
Más allá de las controversias, Miss Universo sigue siendo uno de los concursos de belleza más importantes del mundo, con el objetivo de proporcionar una plataforma para que las mujeres promuevan causas globales como la concienciación sobre el VIH y el SIDA, y la educación para los niños. El título de Miss Universo puede ser un trampolín para convertirse en una celebridad local e internacional.
A pesar de los desafíos, la coronación de la nueva Miss Universo marcará la resiliencia de una organización que busca reinventarse y seguir siendo relevante en un mundo en constante cambio.