El traspaso de Diogo Jota al Liverpool en 2020 sigue generando debate y, sorprendentemente, arrepentimiento. Jeff Shi, presidente del Wolverhampton Wanderers, admitió públicamente que dejar ir al delantero portugués fue un error costoso. Esta declaración reabre la discusión sobre la valoración de talento y las decisiones estratégicas en el fútbol de alto nivel.
Un fichaje silencioso que rindió frutos
La llegada de Jota al Liverpool no generó el revuelo de otros grandes fichajes. Sin embargo, con el tiempo, se ha consolidado como una de las incorporaciones más inteligentes y efectivas del club. Su velocidad, verticalidad y capacidad goleadora aportaron una nueva dimensión al ataque de los 'Reds'. Lo que inicialmente se consideró un refuerzo para la plantilla se transformó en una pieza clave, tanto como titular como suplente de lujo.
Las razones del arrepentimiento
En una entrevista reciente, Jeff Shi explicó las razones detrás de su arrepentimiento. Según Shi, en aquel momento Jota sufría de lesiones recurrentes y su rendimiento no era óptimo. Además, el entrenador Nuno Espirito Santo priorizaba a Adama Traoré en su esquema táctico. A pesar de recibir una importante suma de dinero por el traspaso, el presidente de los Wolves reconoce que subestimaron el potencial de Jota.
“En los últimos ocho o nueve años, creo que no deberíamos haber vendido a Diogo Jota”, admitió Shi en el podcast Business of Sport. “En ese momento, hablé con Nuno y decidimos vender a uno de los jugadores, tal vez Diogo, Adama (Traoré), lo que sea. Entonces Nuno eligió que Adama se quedara, porque pensaba que Adama era muy importante para su forma de jugar. Así que vendimos a Diogo. Por supuesto, en ese momento, Diogo estaba un poco demasiado lesionado, ¿sabes?”.
La trayectoria de Jota en el Liverpool, marcada por goles importantes y títulos, ha demostrado el error de cálculo de los Wolves. Su historia sirve como un recordatorio de la complejidad del mercado de fichajes y la importancia de la visión a largo plazo en la gestión deportiva.