Bolsonaro Bajo la Lupa de la Justicia: Arresto Domiciliario y Tobillera Electrónica
La Policía Federal de Brasil ha intensificado su accionar contra el expresidente Jair Bolsonaro, cumpliendo órdenes judiciales que lo colocan bajo arresto domiciliario nocturno y de fin de semana, además de obligarlo a utilizar una tobillera electrónica para su monitoreo constante. Esta medida, ordenada por el ministro Alexandre de Moraes del Supremo Tribunal Federal (STF), marca un punto álgido en las investigaciones que involucran al exmandatario.
Según informes, agentes federales realizaron allanamientos en la residencia de Bolsonaro y en la sede del Partido Liberal (PL) en Brasilia, incautando alrededor de 14 mil dólares y 8 mil reales. Además, el teléfono celular del expresidente fue confiscado.
Restricciones Adicionales:
- Prohibición de utilizar redes sociales.
- Imposibilidad de comunicarse con su hijo, Eduardo Bolsonaro, quien se encuentra en Estados Unidos buscando sanciones contra el ministro Moraes.
- Restricción de contacto con embajadores y diplomáticos extranjeros.
La defensa de Bolsonaro ha expresado su “sorpresa e indignación” ante las medidas cautelares impuestas, argumentando que el expresidente siempre ha cumplido con las determinaciones del Poder Judicial. Sin embargo, el STF, con el aval de la Procuraduría General de la República (PGR), justifica estas acciones basándose en la presunta comisión de delitos como coacción en el curso del proceso, obstrucción a la Justicia y ataque a la soberanía nacional.
El caso continúa generando controversia y polarización en Brasil, con fuertes reacciones tanto a favor como en contra de las acciones judiciales contra Bolsonaro. La situación sigue en desarrollo, y se espera que en los próximos días se conozcan nuevos detalles sobre las investigaciones y las posibles consecuencias legales para el exmandatario.
Reacciones en Redes Sociales
La noticia ha generado un torbellino de reacciones en las redes sociales, con hashtags como #BolsonaroPreso y #JusticiaParaBrasil siendo tendencia. Los seguidores de Bolsonaro denuncian una persecución política, mientras que sus detractores celebran las medidas judiciales como un paso hacia la rendición de cuentas.