El mundo del rugby argentino se sacudió con el anuncio de Santiago Cordero, quien comunicó su decisión de retirarse del seleccionado nacional tras el partido contra Uruguay en Salta. El wing, de 31 años, explicó que la principal razón detrás de esta difícil determinación es la necesidad de priorizar a su familia, argumentando que la distancia con su esposa e hijos se ha vuelto insostenible.
Un adiós con sabor agridulce
Cordero, visiblemente emocionado, expresó en un comunicado conjunto con la cuenta oficial de Los Pumas en Instagram: “Después de muchos años increíbles con Los Pumas, llegó el momento de cerrar esta etapa. Decidí dar un paso al costado del seleccionado. La distancia con mi mujer y mis hijos se hace cada vez más difícil, y hoy ellos son mi prioridad”.
El jugador también agradeció a sus compañeros, entrenadores, staff y a todos los que lo alentaron a lo largo de su carrera. Un agradecimiento especial fue dedicado a sus padres, familia y amigos, quienes lo acompañaron en cada paso del camino. “Me voy con el corazón lleno de orgullo y gratitud”, concluyó Cordero.
Una trayectoria brillante
Santiago Cordero debutó con la camiseta de Los Pumas en noviembre de 2013, en un test match contra Inglaterra bajo la dirección técnica de Daniel Hourcade. Desde entonces, construyó una destacada trayectoria en el seleccionado, disputando un total de 55 tests. Su velocidad, agilidad y capacidad para romper líneas lo convirtieron en una pieza fundamental del equipo.
Mundial 2015: Un momento cumbre
Uno de los puntos más altos de su carrera fue su participación en el Mundial de Inglaterra 2015, donde Argentina alcanzó las semifinales. Cordero fue una de las figuras destacadas del equipo, mostrando su talento a nivel internacional.
Si bien su retiro del seleccionado marca el final de una etapa, su legado perdurará en la memoria de los aficionados al rugby argentino. Cordero deja un vacío importante en el equipo, pero su decisión de priorizar a su familia es comprensible y respetable. Le deseamos lo mejor en esta nueva etapa de su vida.