La ilusión de un equipo de béisbol juvenil venezolano se vio truncada al serles denegadas las visas para ingresar a Estados Unidos y participar en la Serie Mundial de Ligas Mayores. Little League International confirmó la noticia, generando consternación y debate sobre las razones detrás de esta decisión.
El Sueño Roto de Cacique Mara
El equipo Cacique Mara, de Maracaibo, Venezuela, había ganado el campeonato latinoamericano en México, asegurando su participación en el prestigioso torneo. Sin embargo, la Embajada de Estados Unidos en Bogotá, donde realizaron el trámite de solicitud, les negó las visas, impidiendo su viaje a Carolina del Sur.
"El equipo de la Liga Pequeña Cacique Mara de Venezuela desafortunadamente no pudo obtener las visas apropiadas para viajar a la Serie Mundial de Béisbol Senior", lamentó Little League International en un comunicado, expresando su decepción por la situación.
Reemplazo y Desolación
Ante la imposibilidad de viajar, el equipo Santa Maria de Aguayo Little League de Victoria, México, subcampeón latinoamericano, ocupó el lugar de Cacique Mara en el torneo. La delegación venezolana expresó su frustración y dolor ante lo que consideran una injusticia, resaltando el impacto emocional en los jóvenes atletas.
Kendry Gutiérrez, presidente de la Liga Pequeña Cacique Mara, manifestó la desmoralización de los jugadores, enfatizando que su único deseo era competir y representar dignamente a Venezuela y Latinoamérica. "No representan ninguna amenaza; son niños de 15 años que quieren ganar la Copa del Mundo", declaró.
Restricciones y Contexto Político
Este incidente se suma a otros casos recientes, como la denegación de visas al equipo femenino de voleibol cubano para participar en un torneo en Puerto Rico. Venezuela figura en una lista de países con restricciones para ingresar a Estados Unidos, situación que se agudizó con las políticas migratorias implementadas en los últimos años.
El Departamento de Estado de EE.UU. informó que está revisando la decisión de negar la entrada a Cacique Mara, pero el daño ya está hecho. La controversia pone de relieve las tensiones políticas y las barreras burocráticas que afectan a jóvenes deportistas y sus aspiraciones a nivel internacional.